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viernes, 19 de enero de 2007

Relojes biológicos marcan horas equivocadas


Si tu reloj biológico marca la hora de la maternidad... cambia de reloj.
Cuando el deseo de ser madre empiece a hormiguear por ahí dentro, en algún rinconcito escondido de tus entrañas, piensa que el oficio de madre es el menos reconocido del mundo. La condición de madre imprime carácter: ya nunca podrás dejar de serlo... Y nadie va a agradecértelo ni con cariño.
Maternidad... .vade retro.

16 comentarios:

Duna dijo...

Estoy contigo, siempre lo he dicho..la maternidad es el trabajo mas duro (lo de gratificante se lo cuenten a otra!) que nadie podrá tener. SIn horarios, sin pago, y de caracter indefinido...


A pensárselo dos veces, como mínimo.

Anónimo dijo...

en el Perú las madres de mis amigas me veían como la bruja cuando comentaba a viva voz los avatares de la maternidad.Cuando tienes un hijo lo amas sin reparo. Pero, porque siempre hay peros,el rollo termina siempre siendo de la madre. te separas te vas con el hijo. El hijo siempre será el hijo y claro que te resta libertad. Yo le hice caso a mi reloj biológico. No quiero decir que me equivoqué pero......

Peggy dijo...

qitan mucha libertad , y mucha individualidad ......pero la gente los sigue teniendo ...Kiss:)

Raquel dijo...

Sí, yo me pregunto porqué en la mayor parte de los casos, los hijos parecen ser sólo responsabilidad de la madre...
Peggy, creo que la gente sigue teniéndolos porque es imposible saber cómo es algo realmente sin experimentarlo antes. Si fuera posible esa sabiduría infusa, seguro que la natalidad bajaría extremadamente.... :)

Raquel dijo...

Monologuista, tú lo has dicho, la maternidad es exactamente como la describes. Se es madre 24 horas al día toda la vida.

Redactor Jefe dijo...

Pero lo del reloj biologico no es una leyenda urbana? :)
Una amiga mia siempre decia que cuando el dichoso reloj la llamara, se compraria un gato. Ya tiene 3 :S
Besos!!!

Liliana dijo...

Yo pensaba como ustedes cuando mis hijos eran pequeños, sentía que me absorbían absolutamente toda la energía, la vida, la libertad, etc. Y me veían como dice Mari. Además tuve que hacerme cargo de ellos sola, lo cual es bastante duro (más de una de ustedes lo sabrá).
Sin embargo, hoy ya están crecidos. Y ha llegado la hora de disfrutarlos de otra manera, como compañeros y gente adulta, como seres con criterio propio e ideas diferentes.
Pero es verdad que siempre se sigue siendo madre, pues sigues preocupándote por ellos, de otra manera, pero sigues...

Liliana dijo...

A ver... todo lo que quise decir en el comentario anterior es que persistan, chicas, que vale la pena.

Raquel dijo...

Roboto, (¿o debería llamarte Sammy? ;)) nunca me defraudas, eres el primer valiente que se anima a comentar. Esto parecía una reunión exclusiva para mujeres, XD. Oye, dile a tu amiga que es más práctico cambiar de reloj que comprarse un gato, al fin y al cabo el reloj es más barato y no da trabajo ni preocupaciones, ni cuesta dinero mantenerlo XD
Liliana, recuerdo una conversación al respecto, :) Tú, efectivamente, los tienes adultos, ya has pasado por todo lo que mencionamos. Besos.

Anónimo dijo...

cof cof cof
Cuando me hice madre, hace 5 años, caí en tal depresión general que me volví devoradora de libros psicoánalistas y femenistas (generalemnete lacanianas también). Necesitaba certificar que no era una "mala madre", que esta infelicidad no podía ser sólo mía. Que quería y amo a mi hijo, pero había perdido tantas cosas. Estaba en un país subdesarrollado en donde la maternidad es el culmen de la sexualidad de una mujer. Yo era una intelectual, profesora universitaria y ya crecidita. Como me hubiera gustado, en ese entonces, enfrascarme en este devate con ustedes, madres no marujas. Ahora pienso que hago lo que puedo, que mi hijo es él y yo soy yo y que el mejor testimonio que puedo darle es tratar de ser feliz a mis anchas

Raquel dijo...

Yo lo he vivido y lo vivo de distinta manera, porque es cierto que no hay dos personas iguales ni dos experiencias que se sientan de la misma forma por personas diferentes.
Soy madre y también maruja, :), no caí en depresiones pero siento que mi vida no es mía. No dispongo de mi tiempo, tengo que luchar contra todo y contra todos para hacer valer mi derecho a mi tiempo.Paso 16,18 horas al día haciendo cosas para los demás, exijo pues que se me reconozca mi derecho a una parcela de tiempo para mí misma. Porque soy la madre de mis hijos, pero también soy Yo Misma, y necesito desarrollar todas las facetas de mi personalidad, incluida la frívola.

Liliana dijo...

Ese espacio propio hay que defenderlo con uñas y dientes. Jamás quedarte como la última de la fila. Eres tan importante como cada uno de tus hijos, y ellos deben verlo y saberlo. Porque esa será una de las enseñanzas que les regales para su propia vida.

Raquel dijo...

Se intenta, Liliana, pero no aprenden.
Besos.

Liliana dijo...

Lo incorporan, no se nota, pero algún día, lo tendrán asumido. Todo el trabajo y el esfuerzo que estás haciendo hoy te será pagado con creces. Apuesta al futuro, que ganarás.

Raquel dijo...

Pues espero que empiece a notarse pronto, Liliana, ya resulta un poco aburrido pelearse con ellos todos los días para que aprendan...
Gracias por los ánimos.
Besos.

Anónimo dijo...

increíble entrada!! no sabia acerca de esto voy a seguir averiguando!! igual mis favoritos son los relojes Sector pero bueno, esto es algo muy novedoso!

La noche nos atrapa

La noche nos atrapa

Noche fascinante y fascinadora

Corren paralelos el intimismo y el sentimiento con el costumbrismo. Como eje y escenario de todo ello, la noche, fascinante y fascinadora. Un pueblo cualquiera de la España de los primeros noventa. La noche marca a los personajes de una historia en la que se recogen vivencias que muchos han sentido en su propia piel. Sentimientos exacerbados al abrigo de la noche que atrapa a los protagonistas y, espero, a los lectores.

Crítica de Ana Mª Moreno Fernández, escritora, autora de La princesa triste.

Nada más recibirle me puse a leer. Toda la noche en vela, me atrapó la noche, me atrapó su lectura. Novela costumbrista y fiel retrato de las chicas de aquellos finales de los 90, de educación casi retro. Novela de sentimientos, de sufrimiento, de ilusiones, de amores…. Novela de “noche”, noche fascinadora que nos atrapa. Novela completa, en una palabra: MARAVILLOSA.

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La princesa triste

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De miedos y traiciones: de amor y desamor

La historia de un a mujer que cree tenerlo todo hasta que cae en la cuenta de que ha sido traicionada y de que sus relaciones han fracasado. Se le revela con toda crudeza lo efímero de ciertos aspectos de la vida. A pesar de ese amargo trago de la traición, logra reencontrarse con amores perdidos y deshacerse de los miedos de toda una vida.

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A la sombra del cuento

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Cuentos susurrados

La conocida narradora Charo Pita nos regala una excelente colección de cuentos que parecen susurrados desde muy cerca. Cuentos intensos, emocionantes y de una gran hondura, cuentos que, desde el momento que pasan por el ojo ya nunca se separan de nosotros. Cuentos íntimos, de una gran calidad literaria, que son un regalo para el corazón.

Cine, cine, cine

Más cine, por favor, que todo en la vida es cine, y los sueños cine son. (Luis Eduardo Aute)

Ellos

Mis mitos: no están todos los que son, sí son todos los que están.

Jorge (sí, es él, George)

Cary

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Errol

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Rock

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Clark

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Burt (lo siento, Milindris)

Bogart (no era guapo ¿y qué?)

Brando (el bruto bello)