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domingo, 21 de enero de 2007

Blancanieves: desmontando el mito

Los hermanos Grimm nos vendieron la historia equivocada. No sé si con alevosía, que eso es ya mucho aventurar, pero lo hicieron. Porque, a ver, analicemos el cuento: no se sostiene.
Lo primero, vamos con las relaciones familiares: un padre ausente, una madrastra bruja y una nena crecidita que se pasa el día cantándole a los pajarillos y esperando al príncipe asomada a la ventana; para mí que estaba más p'allá que p'acá, o que le afectaban en exceso los vapores de las pócimas que secretamente preparaba la madrastra en las mazmorras. No justifico la actitud del padre, pero es para entenderla por lo menos, a ver quién es el guapo que aguanta sin que se le caiga la real corona a una mujer bruja y a una hija que se pasa el día fumada; anda, ahí os quedáis que yo me voy a la guerra, que voy a estar más tranquilo; pues no, señor calzonazos, haber elegido mejor la esposa y haber sabido meter en cintura a la chiquilla, y si no, a apencar con las consecuencias, como un hombre cabal.
Una cosa curiosa: un castillo tan próspero y no tiene más sirvientes que el pobre leñador. A ver cómo se explica. Pues sí, se explica: con encomiable espíritu empresarial, la madrastra y real señora del sitio, prescinde del servicio y pone a la niña a trabajar, sin contratos ni sueldos, que para eso es la heredera de la finca, ¿no? pues que se lo curre la chiquilla, que al fin y al cabo para ella va a ser. Lo malo es que la princesita no parece mostrar mucho apego al trabajo, si es que todos los obreros son igual...
Otra más: el espejo mágico y la tontería esa de que la madrastra sentía envidia de la belleza de Blancanieves. Y un pimiento de Padrón, de los que pican. El espejo, entre tanto vapor, no creo que viera mucho, y además debía de estar pelín cegato para decir que Blancanieves era la más bella del reino, con esa cara de pan de hogaza, y esa expresión ida. Yo creo que lo que el espejo de verdad quería era malmeter, así pues, estamos ante un espejo malicioso y cizañero.
Llegados a este punto, tenemos: una princesa ñoña y flipada; una madrastra bruja en todas las acepciones del término, harta de soportar a la niña; un padre calzonazos que abandona sus obligaciones porque no puede con ellas.
Del leñador, mejor no digo nada, el pobre se vio obligado por la necesidad, pero no deja de ser un sicario.
Y llegamos a los enanitos. Descarto ya mismo la teoría de que eran homosexuales. A ver, si lo fueran, no habría lugar para su actitud, porque lo de los enanos es encoñamiento puro y duro. ¿Cómo se explica si no que ellos, que tan felices eran y tan a sus anchas vivían (entre mugre, sí, pero a sus anchas) acepten normas de una marimandona entremetida que llega imponiendo reglas a casa ajena? Lo dicho: encoñamiento. Si hasta Gruñón desiste de su pose, y sucumbe... En la Casita del Bosque, ya liberada la nena del efecto de los efluvios de pócimas y potingues varios, se destapa su auténtico carácter. Lo que tenía escondido la niña... quién lo hubiera dicho...


Pues nada, el resto de la historia ya la conocemos, salvo por un pequeño detalle incierto. A mí que me cuenten otra, que no me creo eso de que la madrastra se molesta en transformarse, ir al bosque y engañar a la pánfila de Blancanieves para que muerda la manzana sólo por razones de belleza. La verdad oculta es que a oídos de la madrastra llegó noticia de que la princesa estaba viva y preparaba una rebelión para tomar el castillo y recuperar sus derechos sobre el reino. Y aquí la madrastra trina, claro, y como sabe que no puede fiarse de nadie (buena le estuvo con el leñador), pues decide hacer ella misma el trabajito. Y lo logra, vaya que sí. Y aquí las lágrimas por el supuesto fallecimiento de Blancanieves, y otro motivo más para reflexionar: pues no eran morbosos ni nada los enanitos, que deciden conservar el cuerpo muerto (eso creían) e incorrupto (¿y esto último no le daría qué pensar? ¿o creían que la nena era una santa?) de su amada joven en una urna de cristal ¿para siempre jamás?.
Hale, dicho esto, pasemos al príncipe. No me quedó nunca claro si llegó al bosque atraído por las historias que oyó sobre una bellísima princesa muerta, o simplemente pasaba por allí y al verla le entraron unos deseos irreprimbles de besarla; en cualquier caso, el tipo no era muy normal, porque, a ver ¿no son ésos claros indicios de necrofilia? El que luego resultara estar viva y bajo los efectos de un hechizo (o de un flitro catatónico, vaya usted a saber), no invalida la motivación secreta del príncipe, en fin, que el joven, guapo sí era, pero normal normal yo diría que no.

En cualquier caso, el cuento termina con la madrastra muerta, Blancanieves viva en brazos del príncipe, y, suponemos, porque así sucedía en los tiempos inexistentes del mito, que unificados dos reinos.
¿Un final feliz? Pues no sé si feliz, pero sí conveniente. Siempre podemos buscarle otro.
¿Qué fue de los enanitos? ¿Alguien puede decírmelo? ¿Y el real padre desaparecido? ¿volvió de la guerra? y si fue así, ¿cómo se tomaría el nuevo estado de cosas? Preguntas para reflexionar seriamente, ¿verdad?

11 comentarios:

Canichu, el espía del bar dijo...

los hermanos grimm sólo recopilaron cuentos... ¿sólo? No los recopilaron y los cambiaron a su antojo. Los hermanos grimm figuran en la historia de la cultura escrita de la humanidad, pero también en la del nacionalismo alemán del siglo XIX. LA historia de blancanieves, si no recuerdo mal, era una historia del norte italiano, de una región que reclamaba austria, cuando aún se consideraba que austria debía formar parte del nuevo imperio alemán. La historia de Blancanieves fue adaptada, ¿era para niños? ¿era así como nos la hizo llegar Walt Disney? No, noera así, como la conocemos hoy día gracias a los Grimm y a Disney. Era de otro modo. Y en cuanto si era una historia infantil... en principio no. en aquella época de analfabetismo extremo lo que hoy llamamos cuentos infantiules en aquella época eran cuentos para grandes y para niños... porque a través de los cuentos se lograba el entretenimiento de toda la familia y a la vez enseñanza en ciertas cosas... Ideales, y demás sobre todo. Hay un caso muy peculiar, el de caperucita roja, que fue adaptada para tener final feliz para los niños, pero en realidad su final no es feliz, y venía a ser una advertencia para que los niños y los mayores desconfiaran de los extraños en los medios rurales. en fin, Un saludo.

Raquel dijo...

Lo cierto es que todos estos cuentos a fecha de hoy están descontextualizados.
Y lo de Caperucita,ay lo de Caperucita, ése es otro mito que me propongo desmontar, espero que tú, Canichu de mis entretelas, contextualices sus orígenes como has hecho con Blancanieves. Besos.

Duna dijo...

Raquel, es el post más largo que te he encontrado nunca....a ver si me lo leo con calma.

Anónimo dijo...

mirror mirror in the wall

Raquel dijo...

Monologuista, no sé yo si va a gustarte esta visión del cuento tradicional... pero seguro que cuando lo leas encontrarás ideas que aportar.
Mari, me ha sorprendido un poco la frase :)

Fle dijo...

Me meo de la risa.
Eres la leche, nena!
Yo hice una versión parecida de Caperucita, donde la tal niñata beata no lo era tanto y al lobo le daban pal pelo pero bien.
Y Algo parecido con Cenicienta, donde le príncipe resultó ser julandrón y el rey un chanchullero de la hostia que quería a Cenicnenta en casa para verle las bragas. Un percal!!!

DE todas formas, tiés razón. Yo soy un enanito encoñao y me cargo al príncipe, no le muestro dónde está la gañana echándose la siesta. Y que digo,´que me río yo de las artes de momificación de los egipcios, eso sí es un trabajo bien hecho, que ni media venda se le ve!!!!
Y Por último, el príncipe yo pa mí que no era tal, que era un ladronzuelo y que fue a urgar en los bolsillos de la Blanqui (farlopa, farrrrrlopa) y la tia, más salida quel picounamesa dijo... este pamí! Y le arreó un morreo de la leche merengada con su canela y to!!!

Vaya tela tién esta gente, de verdá! :P

Besos gordos, me ha molao mucho esta vertiente literariofestiva tuya! :)

el fantástico amante de pástico dijo...

de lo que se entera uno......

Raquel dijo...

Jaaaaa, jaaa, lo de Caperucita también tiene lo suyo, reina,jaajaja, a ésa le voy a dedicar otro, porque mira que pa empezar, ir por ahí con una capa roja como diciendo aquí estoy yo, jua jua jua.
Amante de plástico, nunca es tarde para enterarse de la verdad.

Anónimo dijo...

Hola Raquel,

Me reí mucho con tus inquietudes sobre el cuento de Blanca de Nieves.
Soy parte de un foro de rol con princesa no-tradicionales, http://gothicprincess.superforo.net , por lo que te invito a dar una miradita y aportar tu punto de vista.

Salu2

Ana Luisa

Anónimo dijo...

Muy bueno tu análisis del cuento pero hay un pequeño detalle no fueron los hermanos grimm los que le cambiaron al cuento, por lo que leo estas hablando de la versión de disney, que esta hecha para niños, digo que niño se va a quedar viendo un cuento en el qque la princesa muere pues ninguno pero los hermanos grimm no fueron los que la modificaron, si aparece como historia de ellos ya adaptada pero repito no fueron ellos, si exitía la historia ya adaptada o walt disney fue quien la adaptó eso no t lo puedo decir con certeza...
Que estés bien

Princesakraehe dijo...

Faaaalso no investigaron ni un poquito!!!!
Los hermanos grim escrbieron los cuentos para adultos pero los burgueses de la epoca les exigieron que cambiaran los cuentos para que todo publico pudiera escucharlos y es por eso que tenemos esos cuentos infantilizados que adoramos de los 3 a 10 años y que disney se aprovecho en adueñarse sin darle casi ningun credito a los autores

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