Bendita normalidad
Resaca de Reyes: Juguetes nuevos y voluminosos (muy voluminosos, tremendamente voluminosos) a los que buscar sitio, envoltorios inservibles por toneladas listos para tirar al contenedor (cargándolos en el coche, para no tener que hacer una docena de viajes), niños atacados de los nervios negándose a dormir porque quieren probar todos los nuevos artilugios que les han traído Melchor, Gaspar y Baltasar, padres atacados de los nervios porque quieren dormir o, al menos, un ratito de paz y de silencio después de un día de locura colectiva en la familia... ¡Qué bien! El lunes empiezan el colegio y la bendita normalidad.
Pasaron las fiestas. Me encantan, sobre todo el día de Reyes. Me gustan, las disfruto, pero...¡Ay, bendita normalidad! ¡Qué bienvenida eres!. Qué disconformes somos, que añoramos la fiesta cuando vivimos la rutina, y echamos de menos la rutina después de un periodo de fiestas.Otra vez el cole, las actividades extraescolares de la tarde, los horarios fijos, los agobios a primera hora de la mañana, los agobios a primera hora de la tarde, las prisas, y tres horas escasas de libertad condicional.
4 comentarios:
¿Porque meterán tanto cartón y tanto plastico inútil en los juguetes? ¿Cuantos bosques se habrán talado para envolver los jugetes de navidad? Creo que deberían limitarlo, porque es una burrada. En muchos casos pesa más el envoltorio que el juguete...
Para que parezcan más aparatosos, supongo. En cuanto a los envoltorios, un regalo no parece un regalo sin la ilusión de desenvolverlo. Lo que ya me parece una exageración es ese tipo de envoltorio que es casi más caro que el regalo en sí.
yo creo en los reyes aunque tengo algunos años pero menos mal que han pasado las fiestas y vueta a la rutina pero aunque algunas veces es pesada cuando la hechaba de menos
Yo también sigo creyendo en ellos. RAQUEL
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