Realismo, más que verosimilitud
VACACIONES EN ROMA, deliciosa película de William Wyler, con Audrey Hepburn y Gregory Peck en los papeles protagonistas.
Pretensiones de Wyler: dotar de realismo a la fábula.
Prueba de ellos son la escena final, en la que la princesa Ana saluda uno por uno a los periodistas acreditados en Roma: esos profesionales de la prensa eran los auténticos corresponsales de la época. Dos españoles: Cortés Cabanillas (ABC) y Moriones (La Vanguardia). Y el baile en la Embajada: la mayoría de los aristócratas que aparecen en esa escena lo eran en la realidad. Su sueldo de extras también era aristocrático: 20.000 liras por día (2.000 era lo que cobraba un extra "plebeyo")
Una ocurrencia de
6 comentarios:
Creo que ni con esas para mí consiguió realismo, no por nada, sino porque aún hoy en día me quedo pasmada ante el papel couchè pensando que eso no es real...se han fabricado un decorado a medida...ufff no sé...
Pero estas fotos de Audrey; me encanta Audrey...de niña quería ser como ella, ahora me encantaría tener sólo un mínimo de su elegancia natural...
Jajaja, pues muy realista no es, salvo el final, que en caso de haber sucedido esta historia, no hubiera podido acabar de otra manera.
Audrey era una maravilla de mujer en todos los sentidos, si hemos de creer a quienes la conocieron.
Y tú tienes actitudes suyas: ¿conoces su foto en bici? ¿y no te recuerda la que colgaste tuya en Diversidad? ;) Besos.
Se te nota mucho tu afición a las grandes divas del cine clásico.
Contenta estaría Audrey viendo los homenajes que le tributas.
Un beso desde la lluviosa galicia.
XDDDD sí, Sett, estoy recuperando mi antigua mitomanía, :)
Audrey, al decir de quienes la conocían, era un mujer humilde, nada orgullosa
Iiiiiiiich, qué bonita!!!
Sí lo era, sí, guapa también con la cara lavada, eso es belleza.
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