SOOOOON P-R-E-C-I-O-S-O-S...y en fúcsia! ahora bien, reconóceme que son para ir de casa al taxi y de éste en brazos de Sean a la silla del restaurante, o a la barra del Club, o a donde sea...todo, menos andar...;)
Bueno, andar andar tal vez no, pero si es por ir en brazos de Sean... jeje, pues vale la pena. Y desde luego debe de ser una gozada bailar con esos tacones... Un beso.
Nene, sólo hay que saber mantener el equilibrio, jua jua jua. Y se me ocurren mejores usos que el asesinato o el suicidio, ay qué poco imaginativo... jo, un beso, guapetón.
Corren paralelos el intimismo y el sentimiento con el costumbrismo. Como eje y escenario de todo ello, la noche, fascinante y fascinadora.
Un pueblo cualquiera de la España de los primeros noventa. La noche marca a los personajes de una historia en la que se recogen vivencias que muchos han sentido en su propia piel. Sentimientos exacerbados al abrigo de la noche que atrapa a los protagonistas y, espero, a los lectores.
Crítica de Ana Mª Moreno Fernández, escritora, autora de La princesa triste.
Nada más recibirle me puse a leer. Toda la noche en vela, me atrapó la noche, me atrapó su lectura. Novela costumbrista y fiel retrato de las chicas de aquellos finales de los 90, de educación casi retro. Novela de sentimientos, de sufrimiento, de ilusiones, de amores…. Novela de “noche”, noche fascinadora que nos atrapa. Novela completa, en una palabra: MARAVILLOSA.
La historia de un a mujer que cree tenerlo todo hasta que cae en la cuenta de que ha sido traicionada y de que sus relaciones han fracasado. Se le revela con toda crudeza lo efímero de ciertos aspectos de la vida. A pesar de ese amargo trago de la traición, logra reencontrarse con amores perdidos y deshacerse de los miedos de toda una vida.
La conocida narradora Charo Pita nos regala una excelente colección de cuentos que parecen susurrados desde muy cerca. Cuentos intensos, emocionantes y de una gran hondura, cuentos que, desde el momento que pasan por el ojo ya nunca se separan de nosotros. Cuentos íntimos, de una gran calidad literaria, que son un regalo para el corazón.
7 comentarios:
madre mia, yo es que tengo miedo a las alturas asi que no se si me atreveria a subirme a eso
¡No me hables de zapatos, no me hables de zapatos... que estoy desintoxicándome!!!
Besines guapetona!
Sólo es practicar, Txustine, :)
Ni lo intentes, Ana, es imposible, jeje. Besos.
SOOOOON P-R-E-C-I-O-S-O-S...y en fúcsia! ahora bien, reconóceme que son para ir de casa al taxi y de éste en brazos de Sean a la silla del restaurante, o a la barra del Club, o a donde sea...todo, menos andar...;)
Bueno, andar andar tal vez no, pero si es por ir en brazos de Sean... jeje, pues vale la pena. Y desde luego debe de ser una gozada bailar con esos tacones... Un beso.
Esos tacones los querrás para asesinar a alguien no? porque para ponerselos se puede considerar suicidio (digo yo...) :-P
Nene, sólo hay que saber mantener el equilibrio, jua jua jua. Y se me ocurren mejores usos que el asesinato o el suicidio, ay qué poco imaginativo... jo, un beso, guapetón.
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